Saltar al contenido

Aprendiendo a saborear las pequeñas grandes cosas

En el fondo todos buscamos lo mismo, ser felices…Y de ahí surge la gran pregunta de qué es eso de la felicidad.

A lo largo de mi vida me lo he planteado personalmente y también me lo han planteado muchas personas en consulta…

Esa sensación de vacío que me han descrito en tantas ocasiones, como si lo tuvieran todo, pero a la vez sintieran que no tenían nada. O de haber invertido tanto y tanto esfuerzo en conseguir objetivos, logros…y una vez alcanzados, llegaba de nuevo, al poco tiempo, el desasosiego…

Nos empeñamos en buscar, y buscar… y no digo que esté mal tener objetivos. Eso nos mueve, pero depende cómo lo planteemos nos pierde, porque nos aparta de lo que tenemos delante y nos impide disfrutar de las “pequeñas grandes cosas”. Nos ponemos en “piloto automático” y nos olvidamos de esas cosas que enriquecen nuestra cotidianidad. Y terminamos el día sintiéndonos “hormiguitas” que siguen una rutina, abrumados por las preocupaciones.

Por eso, te invito a que en estos días, pares y metas conciencia en tu vida cotidiana… Sal por unos instantes de los discursos de tu mente sobre lo que fue o podría haber sido, o sobre lo que será. Y simplemente saborea eso que tienes delante, vívelo.

No hace falta que busques “grandes cosas” o grandes retos… Disfruta de ese café de la mañana, del abrazo auténtico de un ser querido, de esa risa con un amigo o amiga (aunque sea a través de la pantalla, de momento). De la brisa o sol en la cara, de ese saludo en el reencuentro con el vecino, de esa lectura…

Te propongo de nuevo una herramienta mindfulness, uniéndola a otra que ya te presenté en el artículo anterior… haz “paradas conscientes”. Puedes buscar momentos en el día en los que , simplemente parar  y  anclarte en la respiración…no hace falta que dure mucho rato. Unas cuantas respiraciones conscientes, tomando perspectiva con respecto a tus pensamientos y emociones y llevando con amabilidad la atención al presente… ¿Qué tienes delante? Saboréalo, vívelo… Mete todos tus sentidos…

¡Bienvenido al presente!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *